Mis compañeras y yo esa misma mañana hicimos ruta por el campo con los caballos mientras las demás compañeras daban clase. Después de montar a mi monitora y a mí se nos ocurrió hacer una tarta (la receta es mía), compuesta por zanahoria, la cual nadie quería probar al principio pero después todas repitieron.
Después del festín, mientras algunas montaban a pelo a caballo, y otras montaban a la amazona, quien quisiera podía hacer rocódromo y tirolina. Una de mis compañeras, María de Mojácar, tuvo el valor de galopar sola a la amazona (todo terminó bien jeje).
Al acabar la tarde todos contentos porque el otro campamento (que se realiza paralelamente al nuestro en la finca) ya se iba, y llegada la noche cenamos sopa de picadillo y lasaña de carne.
Para terminar el día, tuvimos el privilegio de ir a la fiesta de despedida del otro campamento, en la que muchos del grupo se unieron a bailar con ellos, y así terminó nuestra convivencia juntos.
Fin.
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