jueves, 23 de julio de 2015

Día 1 - Turno 3 - Campamento Ecuestre

Me desperté con el gracioso de Alex echándome agua en la cara. No hay nada más molesto para levantarte. Me tapé la cara con el saco de dormir y cerré los ojos, no me apetecía para nada levantarme. Noté como alguien retiraba el saco de dormir de mi cara y volví a abrir los ojos solo para ver como Alex se disponía a tirarme agua otra vez en la cara. "Ni se te ocurra" fue lo unico que se me ocurrió decir.

Me dirigí al comedor para coger la ropa de equitación de mi maleta y acto seguido me cambié. Desayuné las típicas tostadas de mantequilla y azúcar que mi madre me solía preparar cuando era pequeña. Cogí mi neceser y me dirigí al baño a asearme, acto seguido me dirigí al patio donde cepillaría y ensillaría a los caballos, estaba lista para mi primera clase.

Cuando llegué al patio me enteré de que íbamos a montar a pelo y me puse un poco nerviosa porque iba a ser mi primera vez y no sabía que hacer para poder mantenerme bien sobre el caballo. Una vez los caballos estuvieron listos les llevamos a la pista y Mayte, Nina y Cristina le dieron cuerda mientras los demás nos centrábamos en apretar las piernas y no caernos del caballo. Puedo decir que montar a pelo es algo bonito y maravilloso pero aún así me clavé la columna del caballo y se me quedaron las piernas como gelatina de la fuerza que había que hacer para sujetarse.

Una vez terminada la clase dirigimos de nuevo los caballos al patio para ducharlos o cepillarlos según les convenía. Después de ello les dimos de beber agua y los dirigimos de nuevo a sus respectivos establos.
Nos enseñaron a barrer las cuadras, a duchar los caballos y a alimentarlos. Después mis compañeros y yo nos pusimos el bikini o el bañador y fuimos a la piscina donde Abraham, uno de nuestros monitores, se dedicaría a hacernos ahogadillas, y a echarnos agua. Después de un rato llegó Laura, nuestra otra monitora, quién con un consistente "Abraham no me mojes" hizo que él mismo relajara un poco sus humos de venganza. Y mientras que pasábamos el rato en la piscina llegó la hora de comer. Juampe y Jose nos esperaban con unas de sus ricas comidas.

Después nos dirijimos a la pila para fregar nuestra bandeja y los cubiertos. Después tuvimos otro pequeño descanso en la piscina, hicimos clase de inglés, tomamos la merienda y fuimos al comedor a vestirnos para estar preprados para nuestra segunda clase.

Al terminar la clase volvimos a las cuadras para limpiarlas y dar de comer a los caballos y luego nos fuimos a darnos una refrescante ducha. Tras ducharnos cenamos y luego nos dirijimos todos a la tienda de Abraham, donde duermo yo, y estuvimos todos hablando un buen rato y observando a Abraham luchar contra Clara hasta que llegó la hora de irnos a dormir.

Puedo decir que fue un gran y agotador día. Ah, por cierto, me llamo Victoria y vengo de Madrid. Saludos a mi madre.









































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